quarta-feira, 17 de fevereiro de 2010

LA BELLA DURMIENTE/A BELA ADORMECIDA

LA BELLA DURMIENTE

 


Èrase una vez... una reina que dio a luz una niña muy hermosa. Al bautismo invitó a todas las hadas de su reino, pero se olvidó, desgraciadamente, de invitar a la más malvada. A pesar de ello, esta hada maligna se presentó igualmente al castillo y, al pasar por delante de la cuna de la pequeña, dijo despechada: "¡A los dieciséis años te pincharás con un huso y morirás!"
Un hada buena que había cerca, al oír el maleficio, pronunció un encantamiento a fin de mitigar la terrible condena: al pincharse en vez de morir, la muchacha permanecería dormida durante cien años y solo el beso de un joven príncipe la despertaría de su profundo sueño. Pasaron los años y la princesita se convirtió en la muchacha más hermosa del reino.
El rey había ordenado quemar todos los husos del castillo para que la princesa no pudiera pincharse con ninguno. No obstante, el día que cumplía los dieciséis años, la princesa acudió a un lugar del castillo que todos creían deshabitado, y donde una vieja sirvienta, desconocedora de la prohibición del rey, estaba hilando. Por curiosidad, la muchacha le pidió a la mujer que le dejara probar. "No es fácil hilar la lana", le dijo la sirvienta. "Mas si tienes paciencia te enseñaré." La maldición del hada malvada estaba a punto de concretarse. La princesa se pinchó con un huso y cayó fulminada al suelo como muerta. Médicos y magos fueron llamados a consulta. Sin embargo, ninguno logró vencer el maleficio.
El hada buena sabedora de lo ocurrido, corrió a palacio para consolar a su amiga la reina. La encontró llorando junto a la cama llena de flores donde estaba tendida la princesa. "¡No morirá! ¡Puedes estar segura!" la consoló, "Solo que por cien años ella dormirá" La reina, hecha un mar de lágrimas, exclamó: "¡Oh, si yo pudiera dormir!" Entonces, el hada buena pensó: Si con un encantamiento se durmieran todos, la princesa, al despertar encontraría a todos sus seres queridos a su entorno. La varita dorada del hada se alzó y trazó en el aire una espiral mágica. Al instante todos los habitantes del castillo se durmieron. " ¡Dormid tranquilos! Volveré dentro de cien años para vuestro despertar." dijo el hada echando un último vistazo al castillo, ahora inmerso en un profundo sueño. En el castillo todo había enmudecido, nada se movía con vida. dijo el hada echando un último vistazo al castillo. Péndulos y relojes repiquetearon hasta que su cuerda se acabó. El tiempo parecía haberse detenido realmente.
Alrededor del castillo, sumergido en el sueño, empezó a crecer como por encanto, un extraño y frondoso bosque con plantas trepadoras que lo rodeaban como una barrera impenetrable. En el transcurso del tiempo, el castillo quedó oculto con la maleza y fue olvidado de todo el mundo. Pero al término del siglo, un príncipe, que perseguía a un jabalí, llegó hasta sus alrededores. El animal herido, para salvarse de su perseguidor, no halló mejor escondite que la espesura de los zarzales que rodeaban el castillo.
El príncipe descendió de su caballo y, con su espada, intentó abrirse camino. Avanzaba lentamente porque la maraña era muy densa. Descorazonado, estaba a punto de retroceder cuando, al apartar una rama, vio... Siguió avanzando hasta llegar al castillo. El puente levadizo estaba bajado. Llevando al caballo sujeto por las riendas, entró, y cuando vio a todos los habitantes tendidos en las escaleras, en los pasillos, en el patio, pensó con horror que estaban muertos, Luego se tranquilizó al comprobar que solo estaban dormidos. "¡Despertad! ¡Despertad!", chilló una y otra vez, pero en vano. Cada vez más extrañado, se adentró en el castillo hasta llegar a la habitación donde dormía la princesa. Durante mucho rato contempló aquel rostro sereno, lleno de paz y belleza; sintió nacer en su corazón el amor que siempre había esperado en vano. Emocionado, se acercó a ella, tomó la mano de la muchacha y delicadamente la besó...
Con aquel beso, de pronto la muchacha se desesperezó y abrió los ojos, despertando del larguísimo sueño. Al ver frente a sí al príncipe, murmuró: ¡Por fin habéis llegado! En mis sueños acariciaba este momento tanto tiempo esperado." El encantamiento se había roto. La princesa se levantó y tendió su mano al príncipe. En aquel momento todo el castillo despertó. Todos se levantaron, mirándose sorprendidos y diciéndose qué era lo que había sucedido. Al darse cuenta, corrieron locos de alegría junto a la princesa, más hermosa y feliz que nunca. Al cabo de unos días, el castillo, hasta entonces inmerso en el silencio, se llenó de cantos, de música y de alegres risas con motivo de la boda. 


 @@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@@

A BELA ADORMECIDA 




Era uma vez...uma raínha que deu à luz a uma menina muito bonita. Para o batismo, convidou a todas as fadas de seu reino, porém, infelizmente, se esqueceu de convidar a mais malvada. Mesmo assim, essa fada malígna se apresentou no castelo, e, ao passar diante do berço da pequena, disse, despeitada: "Aos dezesseis anos te furarás com um fuso e morrerás!".
Uma fada boa, que estava por perto, ao ouvir a maldição, pronunciou um encantamento a fim de atenuar a terrível sentença: ao se furar, em vez de morrer, a mocinha permaneceria dormindo durante cem anos, e  só o beijo de um jovem príncipe a despertaria de seu profundo sono. Passaram-se os anos e a princesinha se converteu na mais bonita moça do reino.
O rei havia ordenado a queima de todos os fusos do castelo para que a princesa não pudesse furar-se com nenhum. No entanto, no dia em que completava dezesseis anos, a princesa foi a um lugar do castelo que todos acreditavam que estivesse desabitado, e onde uma velha serviçal, que não conhecia a proibição do rei, estava fiando. Por curiosidade, a moça pediu à mulher que lhe deixasse provar. "Não é fácil fiar a lã", disse-lhe a serviçal. "Mas se tiveres paciência te ensinarei". A maldição da fada malvada estava a ponto de concretizar-se. A princesa se furou com um fuso e tombou fulminada ao chão como uma morta. Médicos e feiticeiros foram chamados para consultas. Entretanto, ninguém conseguiu vencer o malefício.
A fada boa, ciente do ocorrido, correu ao palácio para consolar a sua amiga rainha. A encontrou chorando junto à cama cheia de flores, onde estava estendida a princesa. "Não morrerá! Pode estar segura!", a consolou. "Só que por cem anos ela dormirá!". A rainha, feito um mar de lágrimas, exclamou: "Oh, se eu pudesse dormir!". Então, a fada boa pensou: "Se com um encantamento, dormissem todos! A princesa, ao despertar, encontraria a todos seus seres amados, ao seu redor". A varinha de condão da fada se ergueu e traçou no ar uma espiral mágica. No mesmo instante, todos os habitantes do castelo adormeceram. "Durmam tranquilos! Retornarei dentro de cem anos para o despertar de vocês!", disse a fada, dando uma última espiada no castelo. Pêndulos e relógios repicaram até que a sua corda se acabou. O tempo parecia haver se detido realmente.
Ao redor do castelo, submerso no sono, como por encanto, começou a crescer uma estranha e frondosa floresta, com plantas trepadeiras que a rodeavam como uma impenetrável barreira. No transcurso do tempo, o castelo ficou oculto pelo mato e foi esquecido por todo mundo. Porém, ao fim de um século, um príncipe, que perseguia a um javali, chegou até aos arredores. O animal ferido, para escapar de seu perseguidor, não achou melhor esconderijo do que na profusão de arbustos que rodeavam ao castelo.
O príncipe desceu de seu cavalo, e com sua espada, tentou abrir caminho. Avançou lentamente porque o emaranhado era muito denso.
Desolado, estava a ponto de retroceder, quando, ao afastar um ramo, viu...Seguiu avançando até chegar ao castelo. A ponte levadiça estava abaixada. Levando o cavalo pelas rédeas, entrou, e quando viu a todos os habitantes estendidos nas escadas, nos corredores, no patio, pensou horrorizado que estivessem mortos. Logo se tranquilizou ao constatar que só estavam dormindo. "Despertem! Despertem"" gritou uma ou outra vez, porém em vão. Cada vez mais admirado, penetrou no castelo até chegar ao quarto onde estava dormindo a princesa.
Durante um bom momento contemplou aquele rosto sereno, repleto de paz e beleza; sentiu nascer em seu coração o amor que sempre havia esperado em vão. Emocionado, dela se aproximou , pegou a mão da jovem e delicadamente a beijou.
Com aquele beijo, imediatamente a moça despertou e abriu os olhos, acordando de seu imenso sono. Ao se ver diante do príncipe, murmurou: "Finalmente chegaste! Em meus sonhos acariciava este momento a tanto esperado!". O feitiço se havia quebrado. A princesa se levantou e estendeu a mão ao príncipe. Naquele instanre, todo o castelo despertou. Todos se ergueram, olhando-se surpreendidos e questionando o que havia acontecido. Ao dar-se conta, correram loucos de alegria, junto à princesa, mais formosa e feliz que nunca. Ao cabo de alguns dias, o castelo, até então, mergulhado no silêncio, se encheu de cantos, de música e de alegres risos motivados pelo casamento.



Tradução do Espanhol: Marciano Vasques

Um comentário:

  1. ¡¡¡bellísimo Marciano, un blog ad hoc para que los niñ@s disfruten de los cuentos clásicos y contemporáneos!!!... te sugiero que subas también en videos, como en el blog que tengo para mi bella Valentina,
    http://mivalentina2007.blogspot.com/

    y cuándo vas a traducir la última entrevista?

    abrazobeso, Rocío

    ResponderExcluir